Ha habido mucho debate durante siglos sobre lo que significa ser valioso como persona y esta discusión, comprensiblemente, todavía está en curso.
Seguramente que si respondes a esta pregunta sin recapacitar y hacer una valoración más objetiva, te puntuaras mucho más bajo de lo que es en realidad.
Tendemos a hacer nuestra valoración de vida en términos de tener cosas, conversaciones internas del tipo; si tuviera esto sería… si hubiera hecho esto sería… nos limitan y no nos damos cuenta de lo que en verdad hemos conseguido en los diferentes ámbitos que forman parte de una vida.
Podemos valorarnos a nosotros mismos de muchas maneras.
Podemos valorarnos a nosotros mismos a través de nuestros logros y éxitos, a través de las personas que nos aman y las personas que amamos, por cómo somos tratados por los demás. También podemos valorarnos a nosotros mismos a través de nuestras ideas, nuestras teorías y lo que hemos aprendido y experimentado. Es posible ir por la vida valorándose a sí mismo de todas estas maneras diferentes.
A primeros de año hice una auto-evaluación, me puse a repasar los diferentes roles que he desempeñado durante toda mi vida tanto de joven, como de adulto (Trabajos que realicé, actividades que hice, proyectos en los que he participado, y así varios roles y proyectos realizados que me vinieron a la memoria). Me sorprendió gratamente ver la cantidad de cosas que había logrado y que hasta ese momento no tuve conciencia de ellos.
Lo seres humanos tenemos una especial habilidad para acordarnos solo de lo que no hacemos, o de las cosas que han salido mal.
Esto hace que cada año que cumples sea una carga en vez de una sensación de júbilo.
Nos hemos creído que la felicidad solo se tiene mientras eres joven y hemos perdido de vista que con la edad también se adquieren nuevas destrezas que no se pueden adquirir de otra forma.
Aunque no te precipites y te saltes etapas, primero tienes que lidiar con gestionarte a ti personalmente, para después intentar gestionar a otros, con esto me refiero que no se está preparado para tomar decisiones que afectan a una organización llámese; empresa, club, familia, organización, gobierno… si antes personalmente no se ha gestionado a él o ella primero.
Quien no ha oído alguna vez (sobre todo los de mi generación) que cuando terminó el servicio militar, si empezara ahora no veas la –mili- que me pegaría.
Esto ocurre en todos los ámbitos de nuestra vida, el que ahora desarrolla cualquier tipo de habilidad ya no se acuerda cuando empezó, parece que nunca hubiera pasado pero la realidad es que hay un antes y un después.
La sabiduría popular también recoge algún chascarrillo sobre el tema; A toro pasado…, («El Diccionario de la Real Academia Española nos define esta locución adverbial temporal como «después de haber perdido o dejado pasar la oportunidad»).
Por eso la experiencia es algo que no se puede comprar, no se puede estudiar y no se puede tener si no lo has vivido.
Y todo el mundo sabe mucho cuando ha pasado la situación, pero a nadie se le ocurrió antes de que pasara.
Por este motivo cuando te auto-valores no seas muy duro contigo, ya que si has cumplido unos cuantos años de seguro hay infinidad de logros conseguidos y si por el contrario eres joven no te apures, porque la vida te pondrá muchas pruebas que algunas veces no saldrán como tú quieres, pero en la mayoría de las veces serán logros conseguidos.
Aprende de todo, ya que eso te dará una ventaja sobre el resto de los que solo se quejan o no asumen su propia responsabilidad.
Para terminar os dejo con una frase que se le atribuye mítico jugador de la NBA en los Boston Celtics “Larry BIRD” que decía así;
Cuanto más entreno, más suerte tengo.
Francisco Beltrán